Y es ahora cuando surgen preguntas: ¿Qué se consigue con este incremento de temperatura producido por el centro termorregulador y cuáles son las consecuencias?
Es importante saber y siempre recordar que la fiebre es un mecanismo de defensa desarrollado y consolidado de forma evolutiva, que genera una serie de respuestas beneficiosas en el organismo para luchar frente a los microorganismos patógenos. Efectivamente, aunque nos pueda resultar extraño. Así la siguiente pregunta es: ¿cuáles son estas respuestas beneficiosas generadas por la fiebre?
-Una de ellas es que se produce una vasodilatación periférica y por tanto se favorece la llegada al foco de infección de las células del sistema inmune primario encargadas de fagocitar a estos agentes infecciosos, al mismo tiempo que se consigue el reclutamiento y la migración de los linfocitos circulantes hacia los órganos linfoides primarios y secundarios para generar una respuesta más efectiva y específica humoral y celular. Es decir las defensas se movilizan, se activa el sistema inmune.
Por tanto inhibir estos procesos sin una causa justificada, como anorexia, deshidratación, duración prolongada con mayor desgaste metabólico, etc, pueden disminuir la efectividad del sistema defensivo. En estos casos los fármacos utilizados son antiinflamatorios antipiréticos no esteroideos, (AINES) ya que bloquean directamente la vía del ácido araquidónico y con ella la síntesis de PGE2, que como dijimos actúa sobre las neuronas termorreguladoras incrementando la tª corporal y provocando la fiebre.
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