La fiebre oscila entre unos determinados valores en función de la especie, aunque no suele superar los 40,5º. Pero ¿qué pasa cuando se sobrepasa este valor?
En este caso se considera como hipertermia no febril, es decir que su desarrollo no está relacionado con procesos febriles, y por tanto el centro termorregulador no se encuentra afectado. ¿En qué situaciones puede aparecer?
-En aquellas situaciones en las que el calor externo al que se expone el organismo es excesivo y se supera la capacidad para ser eliminado. Esto es lo que ocurre en los golpes de calor.
-También en causas derivadas del metabolismo endocrino, donde existe un incremento de la tasa metabólica con una excesiva producción de calor, como en el hipertiroidismo o el feocromocitoma, donde debido a una producción excesiva de catecolaminas, la vasoconstricción derivada impide una correcta eliminación del calor interno.
En estos casos y a diferencia de la fiebre, sí es fundamental disminuir la Tª, ya que suponen situaciones de riesgo para la vida del paciente y fallo funcional de los órganos internos.
¿Se utilizarían fármacos antipiréticos como tratamiento en las hipertermias no febriles?
No, ya que el centro termorregulador no está afectado y no tendrían ningún efecto sobre él. El tratamiento irá enfocado a eliminar el calor interno a través de la conducción y la convección, mediante baños de agua fría, bolsas de hielo y corrientes de aire fresco.
Por tanto debemos acostumbrarnos a tomar siempre la Tª al paciente y en caso de estar aumentada, actuar no por rutina sino con lógica y en función del contexto de cada situación.
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